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Arquitectos: Batlleiroig
- Área: 1064 m²
- Año: 2022
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Fotografías:DEL RIO BANI
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El nuevo Tanatorio Áltima Sant Andreu – Nou Barris se presenta como un nuevo equipamiento para ambos distritos, junto al cementerio de Sant Andreu. La propuesta busca integrarse en el contexto histórico del lugar, potenciando y articulando un sistema de espacios verdes de la zona.
Impulsar la movilidad sostenible. La propuesta pretende enfatizar los recorridos peatonales existentes y futuros de su entorno urbano, facilitando las conexiones de movilidad lenta a partir de la consolidación de una red de espacios verdes. De esta forma, el edificio no solo responde a su contexto actual, sino que sienta las bases para una futura adaptación y conexión de los espacios libres, promoviendo una movilidad sostenible para el barrio.
Respetar y potenciar el entorno. El objetivo principal del proyecto es respetar y potenciar el entorno en el cual se encuentra, integrándose en su contexto, mediante una materialidad conjunta con el muro perimetral del cementerio, que convierte el ladrillo en un elemento unitario del nuevo conjunto que forman el tanatorio y el cementerio.
La propuesta busca dignificar la Masia de Can Valent, edificio histórico actualmente en deterioro situado en el ámbito de trabajo. El proyecto busca crear así un nuevo conjunto que dialogue entre los diferentes elementos existentes y los nuevos, creando una unidad y un mismo lenguaje.
Encaje urbano y materialidad. La presencia urbana del nuevo equipamiento está protagonizada por la fábrica de obra vista que envuelve todas las caras exteriores del edificio y su cubierta ajardinada. Esta nueva pieza se sitúa adosado al muro perimetral del cementerio y se concibe como un volumen de formas simples que respeta la regularidad de su entorno.
La envolvente se resuelve a través de un ladrillo ecomanual, que busca afinidades con los materiales existentes a la vez que se desarrolla de maneras diferentes jugando con la disposición de sus aparejos, según las necesidades del edificio. La fachada se cierra en las zonas que necesitan mayor privacidad y en las que se requiere un ambiente más íntimo, mientras que se abre en los espacios más públicos para dejar entrar la luz natural de forma abundante a través de celosías de amplias dimensiones.
La disposición de patios interiores ofrece luz natural y mejora la calidad de los espacios interiores con la presencia de la biofilia. De esta manera se consigue que el tanatorio se abra al espacio público gracias a un sistema celosías creadas a partir de su envolvente, mientras que las zonas técnicas se concentran en la parte trasera, junto al muro del cementerio, de manera que nunca intercedan con el uso público.
Disposición interior y control de la luz. Una rampa paralela a la fachada principal del edificio cubierta por numerosas enredaderas da acceso al edificio, que se desarrolla únicamente en planta baja. Su interior está distribuido por un hall longitudinal que da paso a todos los espacios públicos.
El edificio consta de cuatro salas de vela a las que se accede desde el vestíbulo principal. Estas salas están compuestas por un aseo, una sala de espera y una sala donde se ubica el túmulo. Entre la sala de espera y la sala del túmulo hay un patio que aporta luz natural a ambas estancias. Para las zonas nobles se han combinado materialidades como el hormigón visto, el bronce o la madera de roble que dan como resultado unos espacios que resultan sobrios a la vez que acogedores.
Los patios interiores están protagonizados por la vegetación, entre otras especies se ha colocado una franja central de bambú que aporta la privacidad necesaria a la sala donde se ubica el túmulo. Dicho espacio se encuentra iluminado de forma tenue creando el clima de recogimiento acorde al programa.
El espacio principal del edificio es el oratorio. Se trata de una sala hexagonal con forjado de hormigón visto inclinado, revestida en sus paramentos verticales por madera ranurada de roble con dos despieces distintos. Estas características junto a las luminarias en suspensión y el altar de mármol otorgan a la sala el ambiente ceremonial que requiere. Finalmente, el espacio se abre mediante un gran ventanal, a un patio triangular dominado por un Ginkgo Biloba, árbol símbolo de vida y renovación.
Biodiversidad y sostenibilidad. El edificio recoge algunas de las máximas de la matriz de sostenibilidad que se encuentra presente en todos los proyectos de Batlleiroig. Además de la movilidad sostenible ya mencionada, se apuesta por una construcción donde la biodiversidad y la producción de energía renovable son protagonistas.
La vegetación coloniza todos los espacios exteriores de la intervención haciendo de esta un elemento capital del proyecto, fomentando la biofilia y generando bienestar y confort a los usuarios. En cuanto a la energía del edificio, este busca ser autosuficiente a través de diferentes sistemas pasivos, como el uso celosías y vegetación para filtrar la radiación solar, la ventilación cruzada gracias a los diferentes patios y la cubierta ajardinada. Como sistemas activos se han instalado placas fotovoltaicas en la cubierta del edificio, que garantizan que la práctica totalidad de la energía consumida provenga de una fuente de energía renovable.